miércoles, 2 de diciembre de 2015

Actualizando la nómina de antiguas fábricas

Más de dieciséis meses han pasado desde nuestra última actualización del listado de fabricantes de toscanos  en la Argentina entre 1880  y  1970.  Buena  parte  de  ese tiempo  fue empleado para la investigación sobre cigarreros  italianos en el  siglo  XIX que subimos a  lo  largo  de  cuatro  entradas hace pocos meses. En dicha oportunidad señalamos el hallazgo de un par de casos especiales lo suficientemente cargados de evidencias como para incluirlos sin demora en la nómina de manufacturas chequeadas, es decir,  aquellas cuya existencia en el ámbito de los cigarros itálicos comprobamos de modo fehaciente (1). La presente actualización no se agota allí, ya que a ellos se suma  otra manufactura mucho más cercana en el  tiempo  y  también algunos reajustes menores correspondientes a fechas de apertura o cierre, domicilios y demás datos accesorios. Con todo eso alcanzamos un total de 41 establecimientos de existencia histórica irrebatible y actividad toscanera evidente, que sumados a los 41 talleres del censo 1895 (posibles fabricantes, pero no probados al 100%) generan un total de 82 puntos de producción dispuestos a lo largo del pasado nacional, divididos en mitades exactas: seguros y potenciales.
                                            
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Los dos casos más antiguos tienen el mismo origen documental  basado  en  fuentes  que  han   sido mencionadas con frecuencia en este espacio, a saber: el sonado juicio de 1898  sobre falsificación e imitación de marcas de fábrica y el censo 1895 en sus versiones industrial  y  poblacional.   El  primer  elaborador  en cuestión es Francisco Quaranta, que aparece dentro del Boletín  Industrial  del  censo  1895  con  su establecimiento sito en la sección 15° de la Capital Federal.   Si tomamos esa única referencia,  la  cosa  no difiere de los otros 40 cigarreros peninsulares encontrados en idéntica situación y que decidimos volcar en un listado aparte por no estar absolutamente chequeados como fabricantes de toscanos, pero hete aquí que el susodicho también aparece en la causa iniciada a finales del siglo XIX por el importador de los toscanos legítimos de Italia (W Paats Roche y Cía) contra la factoría tabacalera La Suiza, de Rosario (2). Aquel litigio tenía como núcleo la falsificación e imitación del toscano italiano genuino, por lo que todos los manufactureros de tabaco involucrados en sus fojas (como  acusados  o  como  testigos)  tienen una inequívoca relación con la actividad de nuestro interés. Y así sucede con Quaranta, que además afrontó su propia querella con idéntico litigante y por motivos similares, tal cual pudimos verificar en una vieja compilación de fallos judiciales cuyas primeras líneas reproducimos en la imagen al costado de este párrafo. Si acaso faltaba alguna prueba más para comprobar su existencia real,  nos topamos otra vez con el personaje en el censo de población de 1895.  Además del nombre  y  la profesión,  todo coincide con lo visto previamente: vivía en la sección 15° junto a su esposa y cinco hijos pequeños. En el mismo domicilio (sin duda adyacente a la fábrica) aparecen varias personas, incluyendo otros tres cigarreros italianos que podrían ser sus empleados  (en  el  Boletín Industrial declara tener sólo dos personas a cargo, pero hay infinidad de argumentos lógicos para explicar esa diferencia). De un modo u otro, no hay lugar para incertidumbres: queda muy claro que Quaranta fabricaba toscanos.


El otro establecimiento pretérito es Didiego Hermanos, mucho más importante a juzgar por los 43 operarios informados en Boletín Industrial 1895 y por el carácter ilustre del apellido,  ya que don Donato Didiego fue uno de los primeros especialistas locales en confección de cigarros italianos  (de hecho, el segundo de acuerdo con nuestra información al día de hoy). Su legendaria fábrica La Virginia fue reseñada aquí hace un par de años (3) y en esa ocasión dimos cuenta de un dato no menor, que es la venta de la firma a los Cónyuges Brambilla en 1894.  Por  lo  tanto, al momento del censo, la familia Didiego no comandaba   los   destinos   de   La  Virginia,   pero evidentemente seguía en la actividad con otra razón social y un nuevo domicilio en la sección 5ª de la ciudad de Buenos Aires. La confirmación final de los datos nos llegó otra vez mediante el censo de población, en el cual aparecen  los hermanos Didiego viviendo en la misma residencia como parte de una familia bien numerosa:  vemos así al propio Donato en compañía de Cleonice y Alfonso, a los que se agrega Santiago Mattia, posible cuñado.  Desde  luego  que  hay  otros  (más hermanos,  hijos,  esposas),   pero   los mencionados son quienes aparecen como titulares de la fábrica en la ficha de industria. Documentos accesorios permitieron además situar la cronología del emprendimiento con bastante precisión entre 1894 y 1925 (4)


La tercera incorporación al listado corresponde a la marca Caminito, producida en la ciudad bonaerense de Campana por La Internacional, de J Harte y A Spano. Cuando visitamos la fábrica Luchador, en el año 2013, Heraldo Zenobi nos habló de esa razón social,  pero no tuvimos más noticias de ella hasta que encontramos varias imágenes de sus marquillas en la web del   C.P.C.C.A.   (Cigar Pack Collectors Club of Argentina). Reproducimos la más antigua (1967) considerando que se trata de una de las últimas fábricas del ramo en desaparecer, más precisamente hacia 1992.


El contraste de épocas entre los establecimientos que mencionamos hoy no deja de ser un signo del éxito del cigarro toscano en la Argentina:  fábricas de fines del siglo XIX  y fábricas de fines del siglo XX. Una centuria  de diferencia, pero con el mismo espíritu del puro potente y aromático, el más exitoso que haya conocido la costumbre nacional de fumar.

Notas:

(1) Además de los medios de comprobación más inmediatos y evidentes (hallazgo de marquillas, publicidades antiguas, menciones en catálogos industriales, etcétera), otros indicios también son útiles para lograr el necesario grado de certeza.  Los casos de Quaranta y Didiego Hnos. representan perfectamente un modo menos directo -pero igualmente válido- de encontrar antiguas fábricas y considerarlas 100% verificadas.
(2) Hace un par de años hicimos una entrada sobre el tema en Consumos del Ayer bajo el título “Cigarros en tela de juicio”: http://consumosdelayer.blogspot.com.ar/2012/12/cigarros-en-tela-de-juicio.html
(4) La web del CPCCA ofrece abundante prueba documental sobre la permanencia posterior de la familia en el negocio con distintas razones sociales  y  domicilios. Posiblemente,  la confección de toscanos haya sido abandonada a comienzos de los años 1900 para continuar exclusivamente con los cigarrillos. http://www.cpcca.com.ar/cma/fab/FAB.HTM

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