
La primera empresa argentina que decidió encarar el cultivo
de tabaco Kentucky de manera seria, sistemática y sostenida en el tiempo fue la
Compañía Introductora de Buenos Aires (CIBA), fabricante desde 1902 de los
mitológicos toscanos Avanti. Fue así que la firma de marras estableció una
chacra experimental en la localidad de San Alberto, ubicada unos kilómetros al
este del río en la región tabacalera del Alto Paraná Misionero. Desde algunos años antes, ese
sector occidental del norte mesopotámico estaba desarrollando decididamente el
cultivo del tabaco de la mano de colonos extranjeros (alemanes, suizos,
brasileros, paraguayos), pero tales emprendimientos se orientaban hacia los
tipos negros criollos de menor calidad. La llegada de la CIBA en 1918 resultó
ser el puntapié inicial para la experimentación con variedades llamadas
“exóticas”, lo que equivalía a decir de
alta calidad. Con todo, esos primeros ensayos no fueron sencillos. Bien al
contrario, la empresa de referencia debió realizar numerosos intentos con su
correspondiente rutina de pruebas y errores.
Juan Nobs (4) relata en sus memorias que la CIBA, luego de
contratar expertos tabacaleros oriundos de Brasil, no obtuvo los resultados esperados
en San Alberto y optó por continuar los intentos en una chacra experimental de
Eldorado (5). Nobs señala que, aunque el cultivo parecía desarrollarse bastante
bien, terminó resultando un fracaso total, "pues
el tabaco, en vez de tomar un color marrón oscuro, con un lustre y aroma a
humo, arenque o carne ahumada, quedaba verde y totalmente inservible".
A tal efecto, el director y el vice director de la fábrica fueron enviados a
Estados Unidos para adquirir los tabacos necesarios y "observar detenidamente todo el proceso de producción".
Así, "llegaron a la conclusión de que
debían contratar un experto norteamericano e instalar otra chacra experimental,
en vez de comenzar con cultivos en gran escala, como lo habían hecho en Tucumán
y San Alberto" La CIBA vendió
entonces su emprendimiento a la Compañía Colonizadora Alto Paraná en 1922
, transfirió la estación experimental a
Eldorado y contrató al experto norteamericano, que dejó dos discípulos, los que
finalmente alcanzaron la meta fijada luego de casi dos décadas de esfuerzos e
inversiones. Ya hemos presentado este cuadro en la entrada sobre la fábrica
Avanti subida el año pasado en Consumos
del ayer, pero lo volvemos a señalar por su valor histórico. Se trata de la
producción de tabacos por variedad en la provincia de Misiones hacia 1942 (6).
Tipo de tabaco
|
Kilogramos
|
Criollo Misionero
|
6.885.992
|
Kentucky
|
965.000
|
Habano
|
15.809
|
Maryland
|
400.625
|
Cubano
|
493.675
|
Negro en cuerda
|
796.485
|
TOTAL
|
9.557.516
|
Desde el punto de vista testimonial, estos indicios tienen mucho significado, dado que revelan el gran empeño puesto por la CIBA en pos de
mejorar la calidad de sus toscanos. Con el correr de los años, otras firmas
hicieron lo propio, tanto en Misiones como en Corrientes y Tucumán. Pero esa
época de oro se fue apagando lentamente, merced lo hacía el producto que nos
convoca en este espacio. La paulatina caída en la demanda del Kentucky a partir
de los años sesenta (análoga al ocaso de los toscanos) hizo que los productores
misioneros lo fueran abandonando progresivamente, con resultados visiblemente
marcados: hacia 1990, sólo se producían 30.000 kilogramos. Actualmente su cultivo se ha trasladado
a la provincia de Salta para ser utilizado con fines ajenos a estas latitudes,
ya que se lo exporta a la Unión Europea en su totalidad.
Notas:
(1) Aun hoy, los modelos más caros del toscano italiano
(Antico, Riserva, Originale, Moro, etc.) se confeccionan con tabaco 100%
norteamericano. Los más económicos, en cambio, (Extra-Vecchio, Classico,
Toscanello, etc.) están hechos con Kentucky cultivado y procesado en Italia.
(2) Así lo indican textualmente los viejos testimonios, con
toda la incertidumbre que implica el hecho de que el Kentucky no es otra cosa
que un Virginia curado a fuego. De cualquier manera, no hay dudas sobre el
enorme predominio del simple tabaco criollo en los toscanos argentinos de fines
del XIX.
(3) Hay pruebas concluyentes al respecto. Los propios
trabajos citados en esta entrada indican que la CIBA tuvo que recurrir, en sus
primeros tiempos, al tabaco de USA, pero existen indicios más contundentes aún.
Muy pronto nos vamos a referir, por ejemplo, a las barricas de madera en las que
llegaba el tabaco Kentucky desde los Estados Unidos hasta las plantas
tabacaleras de nuestro país. Y lo haremos de un modo irrebatible: con la foto de uno de esos viejos recipientes, obtenida
en una fábrica de toscanos de la actualidad.
(4) Juan Nobs fue un de un colono suizo arribado a la Colonia
Puerto Rico a principios de la década de 1920. Tenía experiencia en la
producción de tabaco y por ello fue elegido por la CIBA para trabajar en la
chacra experimental de Eldorado. Más tarde, su destreza en ese campo lo elevó a
la categoría de instructor para la producción del Kentucky, y finalmente estuvo encargado de la fábrica de
que la empresa instaló en Posadas. La siguiente es la imagen de un típico
galpón para el secado de la materia prima ubicado en la mencionada colonia
hacia 1940, obtenida del sitio www.somospuertorico.com.ar
(5) Aclaro que se escribe Eldorado, todo junto.
(6) Tabacaleros y acopiadores en la colonización
del Alto Paraná Misionero (1930-1946), María Cecilia Gallero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario