Apenas comenzada la vigésima centuria, el inicio de
actividades en la gran fábrica Avanti
de la Compañía Introductora de Buenos
Aires constituyó toda una revolución para la industria tabacalera argentina.
No era un pequeño establecimiento como tantos que por entonces elaboraban
cigarros de tipo italiano, sino una enorme planta que ocupaba una manzana
entera enfocada casi con exclusividad en la manufactura de toscanos. Además del
movimiento logístico y humano esperable frente a un emprendimiento cuya envergadura no tenía precedentes dentro de la industria de los cigarros puros
(contratación de personal, compra de insumos y materia prima, tendido de redes
de distribución), la novel factoría también tuvo que encarar el desarrollo de
sus marcas, destinadas a los millones de fumadores dispersos en todo el
territorio nacional. Aunque la ley de marcas y patentes se encontraba vigente
desde 1876, sólo en los últimos años del siglo XIX había comenzado a ser
aplicada con cierta efectividad. Los juicios al respecto eran sonados y
numerosos, por lo cual era necesario cumplir con todo los requisitos legales que
aún hoy supone la tenencia de algún rótulo comercial.
Prácticamente al inicio mismo de la saga en cuestión
comenzaron a tramitarse las respectivas solicitudes (1), que por entones
quedaban asentadas en las páginas del Boletín Oficial (2). En lo que a la
gráfica respecta, existían tres niveles básicos de especificidad. El primero era el simple registro del nombre con determinada tipografía identificatoria. El segundo podía incluir un dibujo, logotipo u otra clase de imagen. Finalmente,
también era factible registrar el packaging
completo, desde etiquetas y contraetiquetas hasta la figura de las cajas o
paquetes con sus respectivas tapas, fondos y bordes. Desde luego, a mayor
especificidad gráfica, menores eran las posibilidades de que la marca
registrada fuera víctima de imitaciones o falsificaciones. El 20 de junio de 1904
la CIBA presentó su primera imagen para el registro marcario, consistente nada
menos que en la orgullosa silueta de Giuseppe
Garibaldi . La figura de marras iba a perdurar durante los siguientes
setenta años como emblema de la escudería toscanera nacional más célebre de
todos los tiempos, especialmente en sus recordados paquetes de dos unidades.
Además de las numerosas solicitudes y renovaciones relativas
a su rótulo principal, la CIBA también gestionó el registro de muchas marcas
secundarias entre 1904 y 1945. Ellas fueron Flor,
Regina, Prima, Amante, Avante, Adelante, Fascista (3), Aliados, Palo, Pila, Fino, Genial, Kentucky, Ricotona, Norma, Tute,
Alpini, Firenze, Puntanitos (4), Ituzaingó, Cantores y Ta Te Ti. Todas fueron
de la clase tipográfica, sin imagen, por lo cual podemos asumir que nunca llegaron a materializarse en el mundo comercial tangible. En algunas de ellas se evidencia claramente
el único propósito de proteger el rótulo Avanti
frente a posibles solicitudes de sonoridad “cercana”, como Amante, Avante y Adelante. Pero hubo otras que incluían no sólo imágenes, sino
también los diseños completos de
paquetes y/o cajas. Veamos cuáles fueron, en orden cronológico:
El 26 de febrero de 1909, los toscanos Monopolio. En la cara principal del envase se aprecia la leyenda puro Kentucky Extra , lo cual genera
varias preguntas que dejaremos para otra oportunidad (omitimos el resto de las
imágenes del envase por su amplitud).
El 28 de enero de 1918, los cigarrillos Avanti Legítimos, en los que “solamente
se emplean despuntes y recortes de los afamados toscanos”. Vimos algo sobre
este rótulo en una entrada subida hace
un par de años, cuando analizamos la producción de cigarrillos y tabaco para
pipa a partir de los sobrantes de la fabricación toscanera.
El 4 de julio de 1935, los cigarros Genio. No se percibe la leyenda “toscanos” en ningún lugar de la
etiqueta, por lo cual es dable suponer que se trataba de otro tipo de puros.
No tengo respuestas para la pregunta, pero me la planteo de
todos modos: ¿habrán existido realmente estos cigarros, cigarrillos y toscanos?
Ninguna de las actuales y completas colecciones de marquillas argentinas cuenta
con alguno de los cinco ejemplares precedentes, y eso es ciertamente llamativo.
Queda claro que las solicitudes tipográficas señaladas al comienzo bien
pudieron ser, además de “protectivas”, simples ideas que no se materializaron,
y sabemos que ello ocurre en todos los rubros. Pero este último grupo es
diferente. El registro de una marca con su packaging completo donde aparecen datos bien específicos como el contenido y el
precio, parece indicar un inminente lanzamiento al mercado. Sin embargo, no hay
un solo vestigio que indique si los cigarrillos Avanti Legítimos, los cigarros Genio
o los toscanos Monopolio, Colectivos y
El Gordo vieron alguna vez la luz de
un kiosco, una cigarrería o un almacén.
Y así seguimos empantanándonos en investigaciones sin
salida, planteándonos interrogantes sin respuesta y buscando santos griales en la historia argentina
del toscano. Pero para eso estamos aquí, y es nuestra intención continuar hasta
que exhalemos nuestro último suspiro, que tendrá sin dudas un hálito itálico y
humeante.
Notas:
(1) Aunque la misma CIBA tomaba oficialmente el año 1904
como fecha de inauguración de su gran planta en Villa Urquiza, sabemos que las actividades tabacaleras de la empresa comenzaron en 1902. Cabe preguntarse si
la producción de los dos primeros años fue realizada en dicho edificio (todavía
sin concluir) o en algún otro lugar. En los pocos registros que perduran de ese
período se apunta como domicilio las oficinas sitas en la calle Bartolomé Mitre. La primera solicitud oficial de la compañía en el rubro de cigarrillos,
cigarros y afines corresponde a la marca Reina
Guillermina, que data del 5 de noviembre de 1902 e indica la dirección
Bartolomé Mitre 343. Una vieja etiqueta de Avanti que parece corresponder a la
misma época señala un domicilio céntrico bastante cercano, en Bartolomé Mitre
531.
(2) Vale la pena recordarlo una vez más: en la web del CPCCA
puede ubicarse un completísimo compendio cronológico del registro de marcas de
tabaco desde 1894 hasta 1947: http://www.cpcca.com.ar/es-index.htm
(3) No hay que sorprenderse: durante las décadas del veinte
y el treinta ese nombre resultaba sumamente atractivo para muchas personas,
como los millones de ciudadanos italianos residentes en Argentina que simpatizaban
con el régimen que gobernó Italia entre 1922 y 1945.
(4) Aún hoy vigente en propiedad de la Tabacalera Sarandí.
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