Si la importación de cigarros italianos auténticos estuvo
siempre acotada a los ejemplares elaborados por el Monopolio di Stato desde su primer arribo a la Argentina, en 1861, y a los agentes exclusivos designados por períodos específicos, a partir de
1897, algo muy diferente sucedió con los productos similares cuya manufactura
se llevaba a cabo en otros países. Ya hemos visto algo acerca del tema,
especialmente sobre la supremacía de Suiza en materia de confeccionar puros
análogos a los populares prototipos de la península. A comienzos del siglo XX,
el suceso del toscano en Argentina no tenía parangón en ninguna nación del
mundo fuera de Italia. No resulta extraña, por lo tanto, la gran cantidad
de introductores
(como se los llamaba entonces) empeñados en el negocio de importar ese tipo de artículos desde ultramar para su
distribución y venta local. Hace algún tiempo apuntamos tangencialmente la
existencia de cierto testimonio documental del año 1908 en donde se aprecia esa
sorprendente diversidad de empresas y productos, pero hoy le vamos a dedicar
una entrada completa.
El 24 de julio de 1908, el Boletín Oficial de la República Argentina publicó cierta norma
relativa a las tarifas de avalúo (derechos de importación) que debían pagar todos los modelos de cigarros
puros ingresados al país. El detalle es muy puntilloso y comprende la totalidad
de etiquetas disponibles en esa fecha, una por una, separadas por importador y
procedencia. Este último desglose
resulta muy afortunado para el investigador, ya que al final quedan
debidamente discriminados los cigarros provenientes de Italia de los “suizos, filipinos y otros”. Entre ambos
grupos encontramos todo lo que describiremos a continuación, amén de subir la
imagen correspondiente, que se puede ampliar para una mejor lectura. En un cuadro se hallan los ítems de Italia, y
en los restantes subrayé los renglones toscaneros en rojo, los de Cavour en
celeste y los de Brissago (descriptos como “Virginia” en algunos casos y como
“de la paja” en otro) en verde.
Lo interesante es que hablamos nada menos que de 12
importadores y de un total de 23 módulos, correspondientes a 10 de toscanos, 8 de Cavour y 4 de Brissago, a los que se añade otro
de “napolitano”, ese puro bastante
similar al toscano que nunca llegó a alcanzar su estrella. De acuerdo al texto
fiel publicado en aquella oportunidad,
pasaremos a conocer algo más sobre cada una de estas antiguas firmas (1), sobre
sus ítems de cigarros italianos y sobre otros productos importados por ellas en
el pasado, tanto tabacos como demás enseres (2), en los casos en que pudimos
ubicarlos.
E A Bunge & J Born: grande
y poderosa empresa de ascendencia Belga dedicada antaño a múltiples actividades
productivas, comerciales y financieras. Para 1908 era importadora exclusiva de
los tabacos italianos en sociedad con Roberto
de Sanna, que actuaba como “concesionario”. En este caso se mencionan seis
renglones de cigarros, todos ellos italianos: Cavour 1ª, Cavour 2ª, Napolitanos, Virginia 1ª, Virginia 2ª y Toscanos.
Bernárdez y Cía: aparece con un único producto identificado
como Toscanos.
Eduardo de Bary: al igual
que el anterior, su única importación tabacalera corresponde a Toscanos.
Juan B. Carreras: introducía un solo puro denominado
textualmente Republicanos (Cavour).
Coop. Nacional de Consumos: otra casa “mono marca”, con una etiqueta de Toscanos.
Henneberg & Cía: por lo visto, una firma más destacada que
las cuatro precedentes. Además de sus catorce importaciones tabacaleras, entre
las que observamos dos descriptas como Cavour
y como Toscanos, logramos
localizar una publicidad de principios del XX referida a las “chapas de fierro
canaleta galvanizadas” marca Globe, introducidas directamente desde
Inglaterra.
Lalanne y Laffin: importadora de tres modelos apuntados como Ministros (Cavour), Medio Toscano y Toscano. En este caso dimos además
con la solicitud de marca del primero,
con fecha 27 de febrero de 1905.
Mignaquy & Cía: empresa bien conocida por este blog,
dedicada desde los inicios del siglo XX a todo tipo de productos extranjeros,
con cierto acento en tabacos, alimentos y bebidas. Décadas más tarde se dedicó
a la distribución de productos nacionales. Hasta hace muy poco perduraban sus
enormes oficinas y depósitos de la calle Wenceslao Villafañe, en el barrio de
La Boca. Para 1908 introducía tres tabacos estilo italiano (su especialidad de
siempre) bajo los rótulos Extra Forte
(Toscano), Extra Dolce (Cavour) y Virginia.
Mackinnon y Coelho: contaba entonces con dos tipos de cigarros,
de los cuales uno está volcado como Toscanos.
Años después la observamos distribuyendo la recordada yerba Salus.
Rathje & Cía: también con un renglón de Toscanos entre cuatro módulos.
Antonio de Santos: responsable de seis introducciones
cigarreras. Dos de ellas son descriptas como Brasiliens (Cavour) y Maravillas
(Cavour).
López, Hnos. y Cía: aparece con un único puro asentado como De la paja, es decir, el adjetivo más
popular del Virginia o Brissago.
Aunque creo que está claro a esta altura, vale reiterar que
sólo Bunge & Born se encontraba
oficialmente autorizado para comercializar en Argentina los auténticos
productos del monopolio estatal italiano, salvo contrabando u otras
alternativas informales. Por lo tanto, todos los demás eran émulos fabricados
en diferentes naciones que no tenían las limitaciones propias del estanco peninsular. ¿Cuáles? Bueno,
Suiza aparece sin dudas en el primer lugar, pero de ahí en más sólo podemos
hacer conjeturas. Algunos nombres sugieren claramente un origen brasilero, lo
cual tiene su lógica, puesto que allí existía y existe aún hoy una
importantísima actividad cigarrera. Para resolver estos enigmas sólo queda un
camino, como siempre decimos: seguir
investigando hasta conseguir más datos sobre el pasado de los cigarros italianos,
y particularmente del toscano, el más apreciado y consumido a lo largo de casi
una centuria.
Notas:
(1) Salvo error u omisión, sólo queda una en actividad al
día de hoy: Bunge & Born, aunque dudo que todavía se dedique a la
importación de productos de consumo masivo.
(2) Aquellos que hayan clickeado y observado
detenidamente la imagen del Boletín
Oficial habrán visto la gran cantidad de
ítems relativos a los puros Vevey,
típicos de Suiza y muy populares por la época. Hemos mencionado algo de ellos
en la entrada sobre toscanos suizos subida hace tiempo, y también se los puede
ver en la imagen de la resolución sobre impuestos al tabaco de 1878 plasmada en
la primera de las dos entradas recientes tituladas ¿Qué fue primero: el Cavour, el Brissago o el toscano?
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