Allá por junio del año pasado dimos en subir una entrada
relativa al descubrimiento de diez antiguas fábricas, lo cual fue posible
gracias a su mención en viejos ejemplares del Boletín Oficial de la República Argentina. Entre tales hallazgos se
encontraba la Manufactura de Tabacos de
Agustín Grillo, con domicilio declarado en
Pedro de Mendoza 1447 de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, en pleno
barrio de La Boca y muy cerca de la emblemática Vuelta de Rocha (1). Gracias al registro de la marca “Avaneti” supimos
entonces que se trataba de cigarros Uso Italiano con un precio de cinco centavos al público por unidad, y no
dudamos en aseverar que éstos eran toscanos, lo cual volveremos a verificar en
esta ocasión. Todo lo señalado surgió de ese único testimonio histórico fechado
el 19 de Mayo de 1908, suficientemente claro como para darnos la seguridad de que dicho establecimiento existía por aquel entonces dedicado a la actividad
que nos convoca. Pero lo bueno de investigar el pasado es que siempre aparecen
nuevos datos. Y así ocurrió en este caso, porque ahora sabemos además que este
pequeño empresario del tabaco era de origen italiano, que llegó a la Argentina
despuntando la década de 1880, que
elaboraba tanto toscanos como cigarrillos, que trajo al mundo una abundante descendencia, que su taller tuvo al menos un cambio de domicilio (aunque sin mudar de calle), que posiblemente haya sido el primer manufacturero de toscanos en ese vecindario porteño y uno de los primeros en el país, y que su empresa
perduró hasta la década de 1920.
La primera referencia sobre el personaje de marras aparece
en la Guía Kraft del Comercio de 1885, donde se lo ubica como Grigio, Agustín,
con “cigarrería” en Pedro de Mendoza 107 de la antigua numeración. Lo volvemos
a encontrar por la década siguiente listado en la Guía descriptiva de los principales establecimientos industriales de la República Argentina de 1894, ya como Agustín
Grillo, Fábrica de Cigarros y Tabacos, en la misma cuadra, pero con su
numeración nueva de 1045. Las siguientes alusiones comparecen en el siglo XX
como parte de varias solicitudes marcarias efectuadas por el susodicho entre 1903 y 1923 para los cigarrillos Alvear,
Bosnia, Habanete, La Mercantil, Thames y Yo te quiero, entre otros, además de los mencionados puros
italianos Avaneti, todo ello en su
renovado domicilio de Pedro de Mendoza 1447 (2), a sólo cuatro cuadras de la
dirección anterior. Ahora bien, aunque los datos precedentes hubieran bastado
para confirmar la presencia del personaje en tiempo y espacio con alto grado de
certeza, otro viejo documento nos acercó referencias mucho más concretas aún,
incluyendo apuntes sobre su vida personal y su familia.
Se trata del formulario original manuscrito correspondiente
al Censo Nacional 1895. Allí, en la
dirección de Pedro de Mendoza 1043 (recordemos que ya lo teníamos en el 1045 según la Guía Industrial de 1894), fue censado Agustín Grillo, italiano, de 52 años y ocupación cigarrero, junto
con su esposa Ángela P de Grillo (45)
y sus hijos Stella (22), Ángela (14), Catalina (11), Agustín
(8) y Juan (4). No debe extrañar que
el emprendedor de marras viviera en el mismo lugar en que desarrollaba su
ocupación, pues era algo extremadamente común por la época. En el mismo
domicilio se encuentran apuntados otros dos hombres que declaran trabajar como
cigarreros: Domingo Samson (29) y Pedro Abbatángelo (17). La cantidad de datos concretos, conjeturas e interrogantes que se desprenden de todos los
apuntes visibles es enorme (3), pero nos enfocaremos en uno específico que es
la edad y nacionalidad de sus hijos, lo que nos permite saber que Grillo llegó
a estas tierras entre 1880 y 1884. Se trata de algo bastante sencillo: sus dos
primeras hijas manifiestan la nacionalidad italiana, mientras que el resto de
la prole es de origen argentino. El corte se produce entre Ángela, de 14, y
Catalina, de 11, lo que nos indica que el traslado desde Italia se realizó en
algún momento situado entre los respectivos nacimientos. Y eso se condice
perfectamente con la primera aparición documentada de Grillo (4) y su
cigarrería, que data de 1885.
Dijimos asimismo que íbamos a explicar por qué sus cigarros Avaneti presentados como “Uso Italiano”
no podían ser otra cosa que toscanos, aunque el envase no lo dijera de modo
explícito. ¿Por qué no Cavour, o Brissagos, que eran reconocidos como productos
de la misma nacionalidad? Por las siguientes razones: la leyenda “fermentados”, que se empleaba solamente
para toscanos, el precio unitario de cinco centavos, propio del producto en cuestión a comienzos de siglo, y la cantidad de 50 unidades, característica de los envases toscaneros al por mayor. Podríamos agregar que para 1908 a nadie se le ocurría
fabricar cigarros italianos sin tener en cuenta el toscano, que ya era entonces
el puro más vendido de Argentina, y dado que Grillo declara una única marca, la
deducción es prácticamente incontrovertible.
A partir esta nueva información hicimos las correspondientes
actualizaciones en nuestro listado de fabricantes argentinos, especialmente
sobre los comienzos de la actividad de Grillo en 1885. No tenemos la certeza
plena de que ya en ese entonces elaborara toscanos, pero las posibilidades de
que así fuera son tantas como las de un cigarrero italiano afincado en Buenos Aires, donde una colectividad peninsular numerosa y creciente generaba un
consumo monumental de sus productos tabacaleros más típicos. Por eso mismo es
justo considerar a Agustín Grillo como un
precursor toscanero en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, y en el
país.
Notas:
(1) El nombre “vuelta” con que se conoce a los meandros del
Riachuelo tiene su origen a comienzos del siglo XIX como una denominación
práctica aplicada por los antiguos
marinos que se veían obligados a realizar giros muy pronunciados durante la
navegación. Aunque existen otras, sólo tres de estas curvas fluviales quedaron
perpetuadas con sus antiguas denominaciones: la Vuelta de Rocha, la Vuelta de
Badaracco y la Vuelta de Berisso. La primera es sin dudas la más conocida, cuyo nombre proviene de cierta barraca
instalada en el lugar por el 1800, propiedad de Antonio Rocha. Posee una elipse de casi 180 grados e inmediatamente de ella se encuentra la de
Badaracco, dispuesta en un sentido de contra curva que “corrige” la desviación. En el siguiente mapa están señaladas las dos, pero debemos tener en cuenta que
el cauce original del Riachuelo fue rectificado en la década de 1880 hasta
darle la configuración actual. Antes de eso, en el sector de nuestro interés,
la costa sur corría paralela a la costa norte formando una especie de
península y no existía el gran espejo de
agua que podemos ver hoy. Por ese motivo dibujé un agregado relativo a cómo se
veía en los viejos tiempos (es la “lengua con
puntos”), cuando los navegantes debían sortearla sí o sí en toda su
extensión.
(2) Por diferentes numeraciones declaradas en todo ese período podemos inferir que el frente
iba desde el 1433 hasta el 1455.
(3) Por ejemplo, el muy probable vínculo entre el primero de
los cigarreros que aparecen al final (Samson, de 29 años) con la hija mayor de
Grillo (Stella, de 22), quien expresa llevar dos años de matrimonio y tener un
hijo, que bien puede ser la allí presente Julia
Samson, de un año de edad. Ello indicaría que se trataba de una empresa
básicamente familiar. También llama la atención que la esposa de Grillo declara
haber tenido 14 hijos en sus 30 años de matrimonio (el número que se lee al
respecto es 39, pero me cuesta creer que se haya casado a los 6 años), aunque
en la ocasión sólo aparecen censados
cinco. ¿Hijos mayores que se quedaron en Italia? ¿Hijos fallecidos al nacer o
durante la infancia, lo cual era tristemente frecuente en esos días? En fin,
algunas de las preguntas que uno puede hacerse, entre tantas otras.
(4) Esa primera vez con
el apellido Grigio, como
vimos. Más allá de que puede ser un error, también es posible que haya decidido
modificar su gracia, lo cual era legal y aceptado en esos tiempos.
Hola
ResponderEliminarComo siempre muy interesante tus artículos.
Quería comentarte que buscando registros en FamilySearch encontré que Agustín Grillo y Ángela Parodi bautizaron a sus hijos en la parroquia San Juan Evangelista de La Boca en las siguientes fechas: Fortunato (1874), Pablo Pedro Antonio (1877), Juan Pedro Antonio (1878), Pedro (1882, figura como su décimo hijo y además aclara que el oficio de Grillo es el de ZAPATERO), Pablo Juan Bautista (1893). Esto sugiere que la familia llegó a la Argentina entre 1873 y 1874 y eventualmente regresó a Italia cerca de 1881 cuando nació Ángela.
Un saludo y felicitaciones de nuevo por tu blog
Alejandro Butera
alebutera@gmail.com
Gracias. Eso indica que tiene las mismas posibilidades de haber sido el primer productor de cigarros italianos que Juan Otero, Enrique Didiego (el padre de Donato) y Ángel Toleruti. Habrá que seguir buscando...
EliminarHola! Mi nombre Nicolás Grillo, quisiera saber dónde puedo escribirte para hacerte una consulta. Mi mail es nigrillo@gmail.com Muchísimas gracias!
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