Hace poco menos de un quinquenio realizamos nuestra segunda
cata de toscanos en Consumos del Ayer (1),
cuyos protagonistas fueron unos singulares Regia
Italiana datados en mitad de la década de 1940. Independientemente del
renombre, la popularidad y el caudal productivo que alcanzó la marca en
cuestión a mediados del siglo XX (casi comparable con Avanti), existe un dato crucial para las finalidades históricas
perseguidas por este blog: se trata de
los cigarros más antiguos que hemos podido localizar físicamente hasta el día
de hoy, lo que les otorga una jerarquía de reliquias. Tal vez por eso
aguardamos casi cinco años antes de echar mano nuevamente a los pocos
ejemplares subsistentes (2) con el propósito de efectuar un examen comparativo
nunca antes experimentado en Tras las
huellas del toscano, que es el contraste entre la producción argentina y la
producción italiana.
Al momento de elegir los representantes locales había varias
y veteranas opciones (3), aunque nunca tuvimos dudas. ¿Por qué ellos, viejos Regia Italiana, y no otros? Porque
parecen ser los toscanos nacionales mejor elaborados de su época y quizás de
todos los tiempos (4), así como los más consustanciados con el genuino estilo
itálico. Recordemos que la SATI fue una fábrica controlada en forma directa por
el gobierno de Italia hasta 1958, incluyendo su jefatura de planta en manos de
técnicos peninsulares nativos. De acuerdo con nuestro punto de vista, ese dato implica cierta expertise que genera un acercamiento de estilos entre la
industria tabacalera italiana y su similar vernácula. No obstante, la manera
adecuada de confirmar nuestra hipótesis no es otra que el consumo comparativo
de sendos especímenes, sin más vueltas. Si los productos de la SATI eran en
verdad tan buenos como creemos, nada
mejor que ponerlos en la balanza con sus hermanos europeos legítimos para
sopesar virtudes y defectos. Todo bien, pero nos queda el tema de la edad: ¿es
aconsejable una diferencia cronológica semejante? ¿Es correcta la
comparación de tabacos actuales con
otros que tienen setenta años?
Desde luego que hubiera sido tremendamente interesante
realizar la ceremonia con ejemplares añejos en ambos casos, pero eso resulta
imposible por el lado del Viejo Mundo. No se conservan toscanos italianos
realmente antiguos dentro del coleccionismo de aquel país, y las rarísimas
excepciones están fuera de mi alcance (5). Sin más remedio que saltar por
encima de un océano de tiempo,
recurrimos al actualmente celebérrimo toscano Extra Vecchio, hecho a máquina con tabaco Kentucky
cultivado en Italia y estacionado por seis meses antes de salir al mercado. El
cigarro específico que degusté fue extraído de una caja comprada hace dos años,
por lo cual corresponde un fechado del año 2015. Por su parte, el Regia Italiana argentino manufacturado
por la Societá Anónima Tabacchi Italiani en
su legendaria planta porteña del barrio de Villa Real acusa blends de tabacos
nacionales e importados, según indica
el envase. Aunque no lo dice en ninguna parte, nuestro conocimiento actual sobre
aquella notable factoría señala con bastante certeza que hablamos de un mix todo Kentucky proveniente de
Argentina (Misiones) y USA. La data cronológica del
año 1945 se basa en información disponible en el packaging y las estampillas
fiscales, tal como explicamos durante la primera evaluación de 2012.
La irregularidad del aspecto exterior del Regia Italiana 1945 delata el armado manual tan bien llevado
por aquellas famosas cigarreras que dan nombre a la plaza instalada en el mismo
terreno antaño ocupado por la SATI (6). Al encenderlo pudimos verificar un tiro
compacto, comprimido sin llegar a ser cerrado. La evolución aromática estaba en
sintonía con lo que solemos decir cada vez que probamos toscanos añosos, pero
llevándolo al nivel más elevado: mucho equilibrio entre notas minerales que
conviven con rasgos de cuero, café,
madera y el infaltable efluvio “viejo” difícil de definir, tal vez como
cierto borde que recuerda a sótano. El humo, pleno y envolvente, nunca llega a
manifestar ese tono caliente de la combustión exacerbada, ni siquiera luego de
dos o tres pitadas intensas. En otras palabras: un puro a la altura de su
mítico pasado. ¿Qué hay entonces del Extra
Vecchio 2015? Nada que nos sorprenda, pues lo fumamos muy frecuentemente y
por lo tanto sabemos que es rico y vigoroso como muchos otros toscani italianos de nuestros días, de esos que
entregan humo y notas ahumadas con generosidad. Resulta arrollador de principio
a fin (y eso no está mal), pero si tenemos que parangonarlo con su longevo rival
criollo no podemos dejar de señalar que le falta equilibrio y variedad de
aromas, quizás incluso calidad de tabaco y estacionamiento. Parece mentira,
pero todo nos lleva a inferir que el Extra
Vecchio italiano 2015 es un tímido rival para el Regia
Italiana argentino 1945, y no hay en ello ningún obtuso chauvinismo nacionalista.
De hecho -paradójicamente- el ingrediente extranjero está bien presente en la
historia del modelo argentino: como sugerí antes, tanto la presencia de
técnicos italianos en la SATI como el uso de tabacos foráneos
explican bastante bien aquella calidad envidiable, la misma que se apagó
durante las décadas posteriores merced a la desaparición física de los últimos
y veteranos consumidores de la vieja guardia, tanto aquí como en Italia.
No ha sido esta una cata convencional, mezclando países y
tiempos tan alejados entre sí. Pero sirvió para poner de manifiesto, por
enésima vez, el grado de calidad que alguna vez alcanzó la industria argentina
del cigarro puro en general, y del toscano en particular. ¿Qué modelo italiano
de hoy será capaz de “empardar” al Regia
Italiana del ayer? ¿Un Antico Toscano?
¿Un Antica Riserva? ¿Acaso un Originale? De todos ellos tengo, así que
las posibilidades quedan abiertas…
Notas:
(1) Link a la entrada completa subida en Consumos del Ayer el 13/7/2012: http://consumosdelayer.blogspot.com.ar/2012/07/los-toscanos-italo-argentinos-de-la.html
(2) El lote adquirido a fines de 2010 era de 9 unidades (2
cajas de 4 + 1 suelto). Al día de hoy conservo 2, luego de las degustaciones y
diversas fumadas.
(3) En ese grupo de toscanos antiguos aún me quedan
representantes de todas las otras marcas que catamos: Avanti (circa 1957) y los rosarinos Génova y Flor de Mayo (circa 1964).
(4) Es difícil afirmarlo categóricamente en virtud de tantas
fábricas y talleres que funcionaron a lo largo de los siglos XIX y XX. No
obstante, muchos indicios me llevan a suponer que el cenit cualitativo del toscano nacional pudo lograrse recién en las
décadas de 1930 y 1940, y que la SATI fue la manufactura mejor posicionada al
respecto.
(5) Una de esas remarcables excepciones fue plasmada aquí el
17 de agosto de 2015 http://traslashuellasdeltoscano.blogspot.com.ar/2015/08/tres-reliquias-del-pasado-y-una.html.
Los especímenes del caso se conservan como un patrimonio histórico familiar, como piezas
de museo, y por lo tanto no son consumibles. Huelga decir que si ese material
cayera alguna vez en manos del autor de este blog, su transformación en humo y
ceniza sería cuestión de horas.
(6) Sobre eso también hicimos una entrada en ocasión de su apertura: http://traslashuellasdeltoscano.blogspot.com.ar/2015/10/un-nuevo-espacio-verde-en-cierto-lugar.html
Buenas tardes.
ResponderEliminarEsta mañana compré una caja de Regia Italiana en una casa de antigüedades en Mendoza de 5 Mezzi Toscani, con sus 5 toscanos intactos. No conocía nada al respecto, por eso buscando en internet encontré este blog. Me gustaría ponerme en contacto. Mi nombre es Alberto Ianardi y mi correo es albertoianardi@cigarsommelier.com.ar Saludos
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