jueves, 18 de abril de 2013

Avanti en Caras y Caretas II

En contraste con la típica humedad que poseen  los cigarros tradicionales del tipo habano (imprescindible para su adecuada conservación), los toscanos son cigarros secos desde el mismo momento en que salen a la venta. Esa característica se debe al proceso de curado y al estacionamiento de hasta doce meses que realizan  las manufacturas italianas especializadas. Semejante peculiaridad, propia del cigarro que nos ocupa en su lugar de origen, no se terminaba de cumplir en nuestro país. Tal vez debido a la alta rotación  del producto y al costo que representaba la estiba de millones de cigarros en lugares acondicionados especialmente, algunos fabricantes argentinos de antaño preferían el lanzamiento  al mercado con un pequeño grado de humedad  remanente. Sin embargo, esas mismas empresas tenían claro que la sequedad era una de las claves de verdadero sabor toscanero, y por ese motivo instaban a los minoristas y consumidores a “completar” la fase final de la elaboración en sus propios comercios y hogares.


Así lo evidencian varias publicidades de Avanti  aparecidas en Caras y Caretas durante la década de 1920. Veamos dos  ejemplos emblemáticos al respecto:


HAGA ESTO EN SU PROPIO BENEFICIO. Los AVANTI son cigarros perfectos por su tabaco, su elaboración, su equilibrio y su estacionamiento. Asegúrese usted plenamente estas cualidades cuidando un poco los que ha de fumar. Todo lo que debe hacer es comprar un paquete y colocarlo en un lugar bien seco. De ese modo tendrá siempre a mano un AVANTI que le dará satisfacción cabal.


El mejor cigarro -y el AVANTI lo es en su clase- puede desmejorar si no se lo cuida una vez lanzado a la venta. Ese cuidado consiste en tenerlo en lugar bien seco. Cómprese, pues, un paquete de AVANTI, cuídeselo en esa forma, y en cualquier momento se dispondrá de un cigarro capaz de dar satisfacción absoluta en materia de fumar.

Otro tema reflejado en las antiguas propagandas de la mítica marca es el de la calidad de sus tabacos. La envergadura de producción que llegó a alcanzar la Compañía Introductora de Buenos Aires en materia de toscanos hizo siempre necesaria la compra de materia prima a diferentes productores mesopotámicos (especialmente en Misiones), amén de las propias plantaciones que la firma poseía en las provincias del NEA (1). Por lo tanto, la adquisición de tales mercaderías resultaba vital para asegurar  la continuidad cualitativa de sus legendarios puros, tal como lo afirmaba el siguiente anuncio:


Un mandato imperativo. Año tras año, los expertos que compran tabacos destinados a la elaboración de los cigarros AVANTI reciben las mismas instrucciones, breves y categóricas: COMPREN ÚNICAMENTE LO MEJOR SIN REPARAR EN EL PRECIO. Y he aquí por qué los AVANTI no han sido ni serán superados.

Remarcables testimonios de los tiempos de gloria del toscano en Argentina. Ya volveremos con otros vestigios similares, y con nuevas pistas sobre la huella de este cigarro tan caro a los afectos históricos del país.

Notas:

(1) Hay indicios de que la CIBA también contaba con algunos cultivos en Tucumán durante las primeras épocas, pero fueron desapareciendo hacia la década de 1920.

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